Publicado 13 de Enero 2022
Es importante conocer bien la vida útil de nuestros gadgets para saber cuándo ha llegado el momento de renovarlos. Más teniendo en cuenta que los pendrive pueden contener archivos sensibles que no podemos perder bajo ningún concepto. Todos tenemos presente más o menos, cuando ha llegado la hora de comprarse un nuevo smartphone. Pero ¿sabes cuántas veces puedes reutilizar una memoria USB?
Lejos de la mala fama que tienen algunos gadgets, las memorias USB son muy robustas y resistentes. Por lo que pueden durar muchos años. Eso no quiere decir que sean indestructibles, debes cuidarlas. Pero el buen trato tiene su recompensa. Así que, pueden convertirse en regalos de empresa muy apreciados. Incluso, puedes dar un paso más, e incluirlos como parte de tu campaña.
La clave para saber cómo cuidad de tu memoria USB es conocer en detalle su ciclo vital. No estamos hablando de un número exacto de años: dos, cinco, diez… Aunque a muchos fabricantes les gusta presumir de que sus productos pueden durar casi una década. En realidad, hay que hablar de ciclos de uso (y este concepto se puede aplicar a otros dispositivos o componentes, como la batería de tu smartphone).
Cuando hablamos de memorias USB, este ciclo de vida se basa en las veces que lo utilizamos para guardar o borrar datos. Normalmente, se dice que pueden aguantar estas operaciones entre 10.000 y 100.000 veces. Esto podría permitir que estos gadgets durasen hasta 30 años, si solo se utilizaran una vez al día. Pero aún son unas herramientas todavía demasiado jóvenes para saber si es cierta esta afirmación.
Aunque no todo depende de la memoria interna (que tendría esta capacidad de aguantar hasta 100.000 usos). La clave también está en el conector USB. Aquí muchos fabricantes reconocen que aguantan unos 1.500 ciclos de conectar/desconectar el dispositivo. Esto nos acercan a una vida útil de cinco años. Una cifra más parecida a la experiencia que todos hemos tenido con estos gadgets.
De hecho, si alguna vez te ha fallado un pendrive, habrá sido por algún problema con la conexión USB. De todas formas, este contratiempo suele producirse más bien por causas externas (un mal uso del dispositivo, una extracción inadecuada, daños por golpes…) que a un uso intensivo. Por este motivo, es importante utilizar las protecciones que trae la memoria flash (un tapón, que sea retráctil o plegable…).
Estos daños externos es difícil que se produzcan en las partes internas, como hemos apuntado antes. Esta protección se debe a que hay un revestimiento de plástico o metal duradero que ayuda a proteger el dispositivo ante daños o la entrada de elementos como polvo o suciedad.
Aunque esta protección sea muy efectiva no genera una invulnerabilidad total. Por ejemplo, hay que evitar que se caigan al suelo (y más desde determinadas alturas). También conviene revisar bien nuestros bolsillos, ya que si una memoria USB pasa por la lavadora ya no tendrá mucho futuro. Si hay suciedad en el conector, lo mejor es poner un poco de alcohol en un paño y limpiarlo.
Un último consejo para alargarle la vida útil es no tenerlo conectado todo el tiempo. Así evitamos que reciba energía constantemente, una circunstancia que puede contribuir a una sobrecarga de energía para la memoria USB.
Por suerte, las memorias USB no dejan de funcionar de la noche a la mañana salvo casos extremos (un fuerte golpe que dañe la conexión o rompa el chip interno de memoria, por ejemplo). Suelen dar algunas señales de aviso.
En primer lugar, cuando nos aparezcan mensajes de error de lectura cuando intentemos abrir o guardar algún documento, ya nos deben saltar las alarmas. Eso quiere decir que ya la vida útil está llegando a su fin, así que mejor tener copia de seguridad del material que tenemos allí guardado y buscar una nueva memoria USB.
Otra señal de alarma es que no encontremos archivos que estemos 100% seguros de haber guardado. No es nuestra memoria la que falla, sino la del USB. En otras ocasiones serán otros dispositivos que nos den la alarma. Por ejemplo, cuando lo conectemos a nuestro ordenador y este diga que no reconoce al dispositivo. Un último grupo de advertencias es cuando empiecen a aparecer carpetas vacías en la unidad.
Todos estos consejos y datos pueden ayudarte a la hora de elegir una memoria USB promocional. Este post te da una primera orientación, pero estaremos encantados de guiarte para encontrar la mejor opción para tu campaña.
Como siempre, dejamos también abiertos los comentarios para que nos expliques tus experiencias relacionadas con el tema de hoy. ¿Te has encontrado con algún problema con la duración de tus memorias USB? ¿Conocías alguno de los síntomas que indicaban su desgaste? Adelante, estaremos encantados de leerte.
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